jueves, 21 de septiembre de 2017

La fotocatálisis mediante materiales constructivos para descontaminar las ciudades


El cambio climático no está produciendo el rechazo institucional suficiente para evitar sus efectos ya visibles. La gente no está todavía mentalizada y no se lo toma en serio.

En el mes de julio, una vez más, las alarmas se disparaban por los altísimos niveles de contaminación registrados en el aire de Madrid. Las autoridades se plantean llevar a cabo restricciones de tráfico, mientras piden a los ciudadanos que utilicen el transporte público para intentar controlar la cantidad de partículas nocivas suspendidas en el ambiente.

La capital suele ser escenario de este tipo de crisis, pero no es el único lugar en España donde la contaminación urbana es un problema que afecta a la salud de los ciudadanos. Según algunos estudios, el gasto sanitario a causa de la contaminación equivale a entre un 2 y un 4 % del PIB.
Sea como sea, y mientras esto va a más, hay movimientos importantes en distintos sectores que sí se implican en la protección del medio ambiente. Uno de ellos, Eptisa, una empresa que pasó de ser la primera ingeniería en España a convertirse en especialista en consultoría en fotocatálisis, a presidir la asociación en torno a esta tecnología. Eptisa ha colocado a este material en medio del debate sobre la Smart City. 


La fotocatálisis parte del principio natural de descontaminación de la propia naturaleza. Al igual que la fotosíntesis, gracias a la luz solar, es capaz de eliminar CO2 para generar materia orgánica, la fotocatálisis elimina otros contaminantes habituales en la atmósfera, como son los NOx, SOx, COVs, mediante un proceso de oxidación activado por la energía solar.
 La fotocatálisis es una reacción fotoquímica que convierte la energía solar ene energía química en la superficie de un catalizador o sustrato, consistente en un material semiconductor que acelera la velocidad de reacción. Durante el proceso tienen lugar reacciones tanto de oxidación como de reducción. De esta forma se promueve la eliminación de la mayor parte de los contaminantes en las ciudades.

 Por medio de la fotocatálisis se puede eliminar la mayor parte de los contaminantes presentes en las zonas urbanas: NOx, SOx, compuestos orgánicos volátiles (VOCs), CO, metil mercaptano, formaldehído, compuestos orgánicos clorados, compuestos poliaromáticos. Los materiales de construcción tratados con un fotocatalizador eliminan sobre todo las partículas NOx que están producidas por los vehículos, la industria y la producción de energía.

 Como comenta David Almazán, presidente de la Asociación Ibérica de la Fotocatálisis
 puesto que en España tenemos muchísimas horas de luz al año y que el oxígeno está presente en el aire de forma natural, lo que se puede hacer para aprovechar el efecto de purificación del aire en las ciudades es aplicar el dióxido de titanio a los elementos urbanos: se puede incorporar al cemento, utilizarlo en formato espray para rociar mobiliario urbano o el asfalto, o mezclarlo con pintura y cubrir con ello las fachadas o cubiertas de los edificios.

“El asfalto, las aceras, los cristales, las farolas… Cualquier superficie es susceptible de convertirse en fotocatalítica”, cuenta Almazán. Además, mantiene los objetos visiblemente más limpios, ya que evita el crecimiento de bacterias y hongos, y tiene un efecto deodorante. Y no solo en el exterior, también en el interior de casas, oficinas, escuelas, hospitales y otros recintos cerrados la fotocatálisis puede tener su aplicación.

Según explica el director de terreno y pavimentos de Eptisa, David Almazán. "Cuando se produce esta reacción química en la que se involucran oxígeno, luz y un catalizador, los contaminantes pasan a ser partículas inocuas para el ser humano". 

Esto, que nada parece tener que ver con las ciudades inteligentes, puede usarse para construir fachadas ventiladas con un revestimiento fotocatalítico, aplicarlo sobre un pavimento o calle ya construida, impermeabilizar cubiertas e incluso usarlo en formato pintura para cubrir edificios o monumentos. 

El invento no es nuevo, en la Gran Vía madrileña ya existen dos edificios totalmente fotocatalíticos. En la Diagonal barcelonesa, el pavimento peatonal está cubierto de este material. De hecho, el Ayuntamiento de Barcelona lo ha prescrito como obligatorio. Inditex aplica pinturas fotocataliticas en algunas de sus tiendas e Ikea, en algunas de sus instalaciones.

Lo que, a partir de todo lo anterior, desarrolló Eptisa, a través de un proyecto financiado por el CDTI, fue un equipo de ensayo que permitía evaluar la eficiencia descontaminante de todo producto catalítico. "No solo podemos ensayar en el laboratorio, sino llevar el mismo equipo a cualquier punto de España para hacer mediciones con luz y temperatura real", asegura David Almazán. 

Como presidentes de la asociación, además, identificaron hace años que más de un 50% de los productos que se vendían como tal, no eran catalíticos. Idearon, para ello, un sello que acreditara que cualquier producto en esta línea, fuera realmente lo que decía ser. 

“El precio de estos materiales es ligeramente más alto que el de sus homólogos no fotocatalíticos, claro, pero hay que tener en cuenta el ahorro que supone en gasto sanitario”, cuanta Almazán, que lamenta que la situación económica, en especial la crisis de los ayuntamientos, esté ralentizando el desembarco de esta tecnología en España. “Si estuviésemos en 2001 esta tecnología se utilizaría ya en todas partes”.

Ahora, en pleno 2017, el invento crece en un mercado que, dice Almazán, todavía no está maduro, pero que se plantea como esencial en la concepción de la Smart City, por todo lo que puede aportar al urbanismo, las ciudades, las viviendas y los espacios de trabajo del siglo XXI.


Fuente: elconfidencial.com/ elmundos.es/fotocatálisis.org