Con el objetivo de poner en práctica normas internacionales y
para luchar de manera eficiente contra
el blanqueo de capitales y la financiación de terrorismo, España promulgó
la Ley 10/2010, de 28 de abril, de prevención de blanqueo de capitales y de la
financiación del terrorismo (en adelante, “Ley 10/2010”), y su posterior
desarrollo con el Real Decreto 304/2014 de 5 de mayo por el que se aprueba el
Reglamento de la Ley 10/2010, de 28 de abril, de prevención del blanqueo de
capitales y la financiación del terrorismo.
Como podemos imaginar, el llamado blanqueo es una operación que consiste en hacer que los fondos o
activos obtenidos a través de actividades ilícitas aparezcan como el fruto de
actividades legales y circulen sin problema en el sistema financiero.